Por María Gabriela Fabre y Ana Rosa Valdez
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Hace un poco más de tres semanas el Director de Cultura y Promoción Cívica del Municipio de Guayaquil, Arq. Melvin Hoyos, declaró que a pesar de mantenerse 26 años en el cargo no hay nadie preparado para sucederlo. Presentamos doce entrevistas con artistas que actualmente viven en la urbe para conocer sus opiniones sobre la gestión del Museo Municipal de la ciudad donde su figura ha sido gravitante. Varios de ellos han obtenido premios y reconocimientos en eventos organizados por aquella institución, a más de ser docentes universitarios con experiencia.
Hemos convocado a creadores y creadoras emergentes, de mediana y larga trayectoria, en su mayoría personajes de indiscutible relevancia en la escena local y nacional. Esperamos que estas declaraciones contribuyan a analizar las políticas y programas culturales del gobierno local, y más en específico del Museo Municipal, en un sentido crítico y reflexivo.
Saidel Brito Lorenzo (Matanzas, Cuba, 1973) es artista visual. Obtuvo el Premio de la Bienal de Cuenca en el año 2009. Fue ganador del Primer Premio del Salón de Julio de Guayaquil en el 2003. Actualmente es docente en la Universidad de las Artes de Guayaquil.
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¿Qué opinión tienes de la gestión cultural del Museo Municipal de Guayaquil? ¿Piensas que es tiempo de un relevo? ¿Crees que en la ciudad hay personas capacitadas para hacerlo? ¿Qué harías distinto o qué propuestas te gustaría ver implementadas?
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Saidel Brito: Los museos en Guayaquil, no sólo el Museo Municipal, han vivido en los últimos diez años un período de mucha tristeza. Si partimos del supuesto de que el museo, y en particular los museos públicos, deben tener la capacidad de entablar diálogos culturales que problematicen la cultura de masas o que funcionen como puntos de encuentro para la creación y el pensamiento, no es difícil advertir que la realidad de la museística local es desatinada y penosa.
Los museos y su burocracia se han quedado en la retaguardia de la cultura en la ciudad. El Museo Municipal, el MAAC y la Casa de la Cultura, por nombrar los espacios más significativos, se han convertido en lugares inertes y con muy poca capacidad de reacción frente a la producción artística contemporánea.
Son instituciones que carecen de especialistas, investigadores y curadores que puedan atender las dinámicas artísticas de avanzada. Su accionar doméstico los mantiene ajenos a lo que ocurre y circula en el concierto de los museos latinoamericanos; no existe coleccionismo público ni tienen políticas para adquisición de obras y sus estrategias expositivas son sumamente precarias.
Creo que el Museo Municipal y buena parte de los museos del país se han acostumbrado a situar al público como un referente lejano y a los artistas como figuras en tránsito. Como señala Eleanor Heartney, los museos ya han abandonado el modelo caduco de funcionar como bibliotecas, iglesias, archivos o expositor de objetos culturales. Los museos de Guayaquil no han podido acompañar a las prácticas artísticas contemporáneas de la ciudad y siguen funcionando con lógicas anquilosadas y posturas endogámicas.
El tiempo del relevo siempre es. La “octava” pregunta de la Consulta Popular también pudo haberle dicho SI a la alternancia en la dirección de las instituciones culturales. Pensar que “nadie está capacitado para hacer lo que yo hago” es una declaración estrafalaria y pedestre. No es cierto, no lo ha sido nunca y, previsiblemente, tampoco lo será.
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¡Mañana continuaremos con la entrevista al artista Jorge Velarde!
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Hay muchas personas preparadas pare dirijir el museo municipal . tiene que dirijirlo una persona joven para actualizar el arte en guayaquil el señorMELVIN ya caduco
Encuentro muy acertado lo que opina Saidel sobre el trato transitorio que le ofrece el museo a los artistas contemporáneos, siento que al público nos dirige la mirada hacia un pasado estéril.
Más interesantes me han resultado espacios alternativos muchos de bajos recursos y autofinanciados (por necesidad), muestras con propuestas de montajes diferentes que enriquesen a su público visualmente y en otros modos de explorar el lenguaje.
Muy importante la opinión de los jóvenes creadores. Así como el arte evoluciona y cambia con las nuevas generaciones de creadores, la dirección de los centros culturales debe ir acorde a esos cambios generacionales. Todo concepto estético es susceptible de cambios en función del tiempo, cada pueblo crea en base a las diversas concepciones artísticas y culturales que van apareciendo con el desarrollo de nuevas formas y conceptos del queahcer artístico.